Los días 18 y 19 de noviembre, se llevará a cabo en Ciudad de México un nuevo capítulo de CPAC, la Conferencia Política de Acción Conservadora, que reúne desde 1974 a líderes del mundo conservador, a cientos de organizaciones, miles de activistas y a millones de espectadores a través de los medios.

En este lugar, se hará escuchar la voz de México, de toda América y de todos los defensores de la libertad y la democracia en nuestros países.

Por eso el nombre de CPAC es… ¡México! Estaremos aquí, defendiendo la libertad en las Américas. Juntos.

Porque #JuntosSomosMásFuertes

Septiembre 2 - 3

Mensaje a AMLO de Eduardo Verástegui desde el primer CPAC México.

“Llegamos al final del primer CPAC México, el primer CPAC en un país de habla hispana. Le agradecemos, señor presidente, por el mensaje que nos hizo llegar. Gracias por su liderazgo y su perseverancia a través de los años, a pesar de las persecuciones, las mentiras, los insultos, la difamación, los ataques a los cuales se ha enfrentado. Usted, sin embargo, no se ha doblegado. Usted ha perseverado en la lucha, dando la batalla por nuestros principios, nuestra libertad y nuestra civilización. Esperamos que muy pronto venga a visitarnos a México. Juntos somos más fuertes.

Que no quepa duda: un nuevo movimiento se levanta hoy aquí, un movimiento de líderes y activistas valientes, que no tiene miedo de alzar la voz y defender los valores en los que creemos. La esperanza de CPAC es que cada uno de nosotros se lleve consigo el compromiso de dar la batalla por el futuro de nuestras respectivas naciones. Este es un movimiento de gente comprometida, arriesgada, dispuesta a dar la vida por lo que está en juego: Dios, patria, familia, libertad, democracia… Es un movimiento de patriotas, de hombres de fe, un movimiento de amantes de la libertad y de la soberanía de cada uno de nuestros países. ¡Aquí no hay tibios!

Y es que, si no damos la batalla, perdemos la patria. La izquierda radical quiere terminar con la democracia y las libertades fundamentales. Busca promover la confrontación social. Sus metas son claras: destruir las instituciones y conceptos que son esenciales para mantener la estabilidad y cohesión de una sociedad, y que son el respeto por la dignidad de la persona humana, la familia, la iglesia y el amor a la patria.

Por eso, impulsa una ideología de género y un feminismo radical, diseñados para engañar a las mujeres y a los hombres; una confrontación racial que no respeta la dignidad y los verdaderos valores de los pueblos; un ecologismo extremista que no tiene fundamento científico; y un transhumanismo que
pretende ignorar las realidades biológicas más básicas.

Como buenos socialistas, proponen un estado interventor, limitando la libre economía, la libre competencia y el derecho a la propiedad privada. Esto, por supuesto, tiene un impacto nefasto en la economía, pero especialmente para los pobres y la gente trabajadora. El intervencionismo gubernamental lleva a más pobreza y miseria, y promueve la corrupción, incentivando el clientelismo que beneficia a los grandes intereses económicos.

Quiero aprovechar esta oportunidad para hablar, en particular, de la crisis democrática que está viviendo México…, pues los mexicanos, sin lugar a dudas, estamos experimentando este socialismo cada vez con más fuerza. En México, el socialismo autoritario del presidente López Obrador está haciendo todo lo posible para socavar nuestra democracia y nuestra economía. Y trabaja para imponer una agenda cultural de extrema izquierda, que atenta contra el derecho a la vida, la familia, la libertad religiosa y los valores más básicos de nuestro pueblo. Tan feroz es su ataque a nuestra cultura y tradiciones, que su
partido… ¡hasta quiere cancelar una de las expresiones culturales más importantes de nuestro pueblo, los nacimientos navideños! ¡Y no falta el legislador oficialista que pretende reinterpretar la biblia, porque dice que la biblia es machista!

México no va bien.
Y no va bien por quienes lo dirigen.
Tenemos problemas evidentes. Miles de mexicanos están siendo asesinados por armas de fuego y por el aborto. No tenemos suficientes medicinas y servicios para atender nuestra salud. Nuestras familias son atacadas por políticas copiadas de los peores modelos socialistas anti familia y anti vida. López Obrador ignora regularmente al poder legislativo, emite decretos a como dé lugar, sin ningún fundamento en Derecho.

Ahora, también, se quiere acabar con la libre competencia en la política, proponiendo una reforma electoral que desmantelaría el internacionalmente respetado Instituto Nacional Electoral, el INE, para que su partido claramente tenga una ventaja sobre otros en las elecciones.

Lo curioso de todo esto es que, según López Obrador, la meta de la Cuarta Transformación era combatir la corrupción y erradicar la pobreza, pero lo único que está ha logrado es justamente lo contrario. Hoy tenemos en México, gracias a las políticas del presidente, más pobreza y más corrupción.

El presidente López Obrador dice que los pobres van primero. Pero la realidad es otra. La calidad de vida de muchos mexicanos ha empeorado, hay mayor abandono escolar y salarios que no alcanzan para las necesidades más básicas.

La pobreza y la corrupción, sin embargo, no son las únicas consecuencias que podemos mencionar. Hay una agenda radicalmente “progre” que va en contra de los principios y la cultura y tradiciones de nuestro país. Se promueven cambios transgénero que desafían a la ciencia y al sentido común; se imponen límites inaceptables al derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos de acuerdo con sus valores; se pretende imponer limitaciones a la libertad de conciencia y religión, y a la libertad de expresión de todo ciudadano que piense distinto a lo que impone el oficialismo.

Por otra parte, a pesar de que durante la campaña del 2018 criticó el uso de las fuerzas armadas por pasados gobiernos para combatir el narcotráfico… (se acuerdan lo que decía: “abrazos, no balazos” …) pues ahora AMLO militariza el aparato gubernamental, dándole a las fuerzas armadas, por decreto y sin autoridad legal, todo tipo de funciones económicas y políticas que le competen a la autoridad
civil.

Estas ideas proceden de afuera, del extranjero… Estas ideas no son mexicanas… Atentan contra nuestra soberanía y la identidad de nuestro pueblo. Esto es colonialismo cultural.

Amigos, SÍ, este es un momento grave para México, pero tengo buenas noticias: los conservadores mexicanos no nos vamos a quedar callados. Hoy me uno, junto a muchos otros patriotas, a dar la batalla por la patria. Porque existen verdaderas alternativas de futuro y progreso acordes con los valores de nuestro pueblo.

Las soluciones no están en el socialismo, fracasado en todos los países donde se ha impuesto en diferentes momentos de la historia. La solución está en los modelos triunfadores, donde se erradica la miseria, crecen las libertades y se respeta la vida y la familia.

Una propuesta muy concreta es la que venimos trabajando desde nuestro Movimiento Viva México. Un MOVIMIENTO SOCIAL dedicado a unir y potenciar los esfuerzos de la sociedad civil (tanto de personas como de organizaciones), en pro de los derechos humanos fundamentales, para lograr la armonía de todos los ciudadanos en el territorio nacional. Queremos un México renovado, donde se garantice la aplicación de justicia, se elimine la impunidad y se promueva el desarrollo económico, para asegurar una vida digna a nuestras familias trabajadoras.

Nuestro movimiento “VIVA MÉXICO” surge como respuesta al pedido que escuché de muchos mexicanos durante la gira que hice en favor de la vida en 2019, recorriendo los 32 estados del país. Se hizo patente allí la necesidad de potenciar esfuerzos tanto de personas como de organizaciones de la sociedad civil, que trabajan por objetivos comunes, pero que se encuentran disgregadas. Y donde
queda claro que lo único que nos hace falta es estar unidos y coordinados.

Y lo estamos confirmando este año, donde con el Movimiento Viva México llevamos adelante una gira por todo el país contra la trata de niños para explotación sexual. En cada ciudad, en cada estado al que llegamos, vemos lo mismo: mexicanos dispuestos a dar todo por un país más fuerte, donde no haya lugar para la explotación, el tráfico de personas, el hambre y la necesidad, convertidos en herramientas de sometimiento humano.

El Movimiento Viva México responde a este llamado de la sociedad y propone como objetivo promover la unión de los esfuerzos de la sociedad civil en pro de los derechos humanos fundamentales. En este movimiento, creemos en un México para todos y no solo para algunos, con derechos que nos igualan y obligaciones que nos comprometen sin distinciones. (¿Acaso esto es clasismo, acaso esto es racismo…?)

Estamos convencidos de que la familia es la base de nuestra sociedad mexicana y que debemos cuidarla. Creemos en el derecho más importante de todos los derechos fundamentales: el derecho a nacer. México se gesta en los vientres de sus madres. ¡Respetemos la vida humana y démosle protección en todas sus
etapas de desarrollo! (¿Alguien cree que esto es ser nazis…?)

Sostenemos que la vida no se debate, sino que se protege; que la educación de calidad y el trabajo digno son derechos y no privilegios, y que la igualdad de oportunidades para todos es un deber que se construye cada día. Creemos en la libertad de conciencia, la libertad religiosa y la libertad de expresión como derechos fundamentales de todas las personas, en equilibrio con el ejercicio de los deberes y
obligaciones. (Y pensar que, por esto, nos llaman fascistas…)

Hace algunos días, como acaban de ver, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se refirió a todos los que estamos reunidos en esta conferencia y nos llamó fascistas, racistas, clasistas, discriminadores y corruptos; dijo que no tenemos escrúpulos morales de ninguna índole y, para
colmo, que somos muy partidarios de la violencia. Yo me pregunto: ¿no será que el racista, el clasista, el discriminador, el violento, el fascista eres tú, presidente López Obrador?

¡Ya basta de pan y circo! ¡Ya basta de payasadas! ¡Actuemos con seriedad! ¡Termina ya con las mañaneras y ponte a trabajar! ¡Tú no eres un rey, eres un servidor público, un empleado de la nación! No se trata de popularidad, ni de aprobación en encuestas manipuladas, se trata de resultados, y los resultados están muy mal. Popular también era el Chavo del Ocho, pero nunca quiso gobernar. Si te
queda grande el papel, renuncia, por dignidad.

Somos muchos los que no estamos de acuerdo, así que este no es un movimiento de unos pocos. Claro que no. Somos la mayoría, y por eso es muy importante construir una verdadera alternativa, una opción definida para que millones de mexicanos logren superar sus actuales condiciones de pobreza. México es un país muy rico donde vive mucha gente pobre. Ni las soluciones del pasado como tampoco las del presente están funcionando.

Creemos en el libre mercado, no para enriquecer más a las elites económicas del país, sino como la mejor herramienta de justicia social para erradicar la miseria, reducir la pobreza y crecer a la clase media. Hay que reconocer que no podemos tener una democracia saludable, estable y próspera sino continuamos con niveles de desigualdad inaceptables.

Creemos en el derecho a desarrollarnos libres y sin violencia; a construir la propia empresa y gozar de salud en un medio ambiente sano. Queremos preservar nuestra cultura y tradiciones, nuestras raíces hispanas y nuestras raíces indígenas. No hay contradicción entre unas y otras. Las dos se complementan. Veamos a la Virgen de Guadalupe. Ella, como nuestro pueblo, ¡es mestiza!

Somos conservadores, ¿y qué conservamos? La democracia, las libertades fundamentales, el derecho de cada ciudadano a definir su futuro y lograr una vida digna, feliz y con progreso; el derecho de los padres a educar sus hijos sin que el gobierno les imponga un adoctrinamiento ideológico; el rol de las asociaciones religiosas en la vida social de nuestro pueblo, nuestra cultura, nuestras tradiciones y nuestra fe.

¿Qué más conservamos? Conservamos lo más importante, el motor que nos mueve a hacer todo lo ya mencionado: el amor, el amor a Dios, el amor a nuestra patria, el amor a la familia, el amor a nuestro prójimo. Y esto no caduca jamás, por eso somos conservadores.

Familia querida. Ha llegado el momento de tomarnos de la mano, unidos como hermanos, trabajando duro, poniendo en común nuestros talentos y nuestras fuerzas para construir el sueño mexicano. Aprovecho esta ocasión para invitar a todos los liderazgos conservadores de esta nación, a todos los mexicanos que estén convencidos de estas ideas y valores que acabo de mencionar, a que nos unamos en un solo frente para construir el México que deseamos.

¡Volemos alto, como las águilas reales! ¡El cielo es el límite! ¡Construyamos la esperanza! Juntos, en esta tierra guadalupana y con la bendición de la Madre de Dios. Recuerden que, con fe, amor y esperanza, todo es posible. Amigos conservadores, concluimos esta primera edición de CPAC México.

Regresamos a nuestros estados, a nuestros países, renovados, con nuevas ideas, nuevos amigos y aliados, y con mucho ánimo y esperanza.
Gracias a todos por participar de este histórico encuentro.
Gracias, mamá.
Gracias, papá.
Gracias, Matt y Mercy Schlapp.
Gracias, Alfonso Aguilar.
Que Dios los bendiga, y para aquellos que vienen del extranjero, que Dios bendiga
a sus países y buen viaje de regreso a casa.
¡Que Dios bendiga a México!
¡Viva Cristo Rey!
¡Viva la virgen de Guadalupe!
¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!”

-EDUARDO VERÁSTEGUI – 19 DE NOVIEMBRE 2022